26J en España: Segundas elecciones generales.

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Publicado en Diario La Hora.

Cuando se cesó en funciones a los diputados electos en Diciembre de 2015 para llamar a nuevas elecciones, las encuestas parecían pronosticar que el más golpeado con los nuevos comicios iba a ser PODEMOS, pero los últimos sondeos indicarían que la coalición Unidos Podemos se afianzaría con el segundo lugar y la estrategia de Iglesias de mostrar ser una fuerza política de consensos, al buscar la alianza electoral con Izquierda Unida, le daría excelentes resultados por lo que el ‘sorpasso’ al Partido Socialista Obrero Español sería muy posible.

El financiamiento del gobierno venezolano a PODEMOS, aún no pasa de ser especulación, pues los tribunales españoles no han encontrado pruebas de que exista financiamiento ilícito a la formación morada. Pero el cambio constante de posturas e identificación ideológica de Iglesias es lo que debe asustar en verdad, que siguiendo al pie de la letra las recetas populistas, ha decidido decir al pueblo lo que el marketing político indique y no lo que en realidad cree, pasando de definirse comunista en 2014 a decir que es socialista como Allende o Mujica en 2016 y que representan la nueva socialdemocracia, queriendo alimentarse de los votos del PSOE y quitar la identificación ideológica clásica que siempre ha mantenido dicha formación, paso de criticar en diversas entrevistas al socialismo cuando estuvo en el gobierno a elogiar a Jorge Luis Rodríguez Zapatero como el mejor Presidente de Gobierno de la democracia española y que incluso es a quien acude en busca de consejos; resulta cínica su retórica con el único propósito de llegar al poder, pues en 2015 afirmaba que eran un Partido transversal que no quería involucrarse con las etiquetas de izquierda/derecha, a hoy en día invocar a Sánchez para formar un gobierno de izquierdas a la valenciana junto con IU.

La falta de reinvención del PSOE y la corrupción campante cada vez más evidente del PP durante el mandato de Rajoy, presentó el escenario ideal para los partidos emergentes, que han roto con el tradicional bipartidismo español, que ha gobernado la nación desde que el caudillo de España abandonó el poder en 1975.

 

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