¿Necesitamos de la URSS?

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No se alarme estimado lector, no soy un nostálgico de las dictaduras soviéticas ni del genocidio de Stalin, este artículo no guarda ningún cuco comunista del cual asustarse, esta columna trata del miedo global de que Donald Trump gane la Presidencia y empiece a esparcir la guerra por todo el mundo y se lo confirmo, no por lo primero, ya que Trump no va a ganar, el escenario electoral se le es adverso y le voy a explicar el porque. En Estados Unidos las elecciones son indirectas, se asigna un número de votos para cada Estado, el candidato que gana se lleva el número total de votos y el perdedor se queda en cero, no se recibe el porcentaje en proporción a los votantes como es en elecciones directas y gana la Presidencia quien logra 290 votos. El Partido Demócrata hoy por hoy, tiene sus bastiones electorales en las costas y zonas urbanas del país que tienen un mayor número de asignaciones, mientras que el Partido Republicano mantiene apoyo en los Estados centrales y zonas rurales, con un menor número de votos asignados. Así que despreocúpese difícilmente Trump ganaría. El miedo de que la guerra se va a esparcir, ese es el que se lo estoy confirmando.

Desde que Estados Unidos implantó la doctrina Monroe, se han instaurado cerca de 800 bases militares alrededor del mundo y con la caída del muro de Berlín y el fin de la guerra fría el terrorismo de Estado se intensificó. Y ¡no! el Presidente Obama, premio nobel de la paz, de hecho aumentó los ataques; durante sus dos mandatos se han lanzado más bombas que en toda la Segunda Guerra Mundial, y en su primer periodo Hillary Clinton fue su Secretaria de Estado y la mejor forma de diplomacia que encontró fue la del intervencionismo militar, dejando gobiernos convulsionados y crisis humanitaria a su paso como en Irak o Libia. ¿Qué detenía a Estados Unidos en el pasado?: pues el contrapeso que ejercían los soviéticos. Pero con la Unión Europea bajo la hegemonía de EEUU a través de la OTAN y China que tiene intereses económicos antes que geopolíticos no existe un equilibrio necesario. Es urgente un mundo multipolar que ejerza presión ante el delirio bélico que pone al planeta al borde de la extinción.

Publicado en Diario La Hora.

 

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