Entre Trump y Clinton

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Publicado en Diario La Hora.

El megalómano empresario es virtual candidato por el Partido Republicano, luego de que ganó las primarias en el Estado de Indiana, llevándose el número total de delegados por esa jurisdicción, que provocó la renuncia a la carrera presidencial del Senador Ted Cruz y el Gobernador de Ohio John Kasich, quienes eran las últimas esperanzas del establishment en el Grand Old Party para frenar al magnate.

En realidad el discurso de Trump, en el fondo, no resulta muy alejado del que tenían el resto de candidatos republicanos, crítica que Obama compartió en uno de sus discursos de Febrero de este año. El éxito de Trump se debe en gran medida a que supo llegar a los trabajadores blancos con bajos niveles académicos, quienes mantienen una idea nacionalista y se ubican en el ala más radical del GOP; también resulta como consecuencia de un conservadurismo que ha tomado fuerza por factores como el nacimiento del Tea Party en 2009.

Más allá del idealismo que se ha generado alrededor de la llamada más grande democracia del mundo, la nación en realidad tiene un historial de racismo que continua, en cierta medida, hasta nuestros días. Vale recordar las protestas de 2014 en Ferguson, que empezaron por el asesinato de Michael Brown y que desveló el abuso policial a negros en varios rincones del país.

En el bando demócrata Hilary Clinton bordea la candidatura, en donde Bernie Sanders no tiene posibilidades matemáticas de lograr la nominación y lo ha aceptado explícitamente, después de conocer su pérdida en cuatro Estados, la semana anterior en el súper martes. Sin embargo continuará su campaña hasta la convención nacional del Partido Demócrata para plantear una agenda progresista de cara a las elecciones de noviembre.

El discurso de la ex primera dama, se ha guiado por el marketing político, ha ido cambiando sus propuestas tratando de asemejarlas al discurso de Sanders para calar en la aceptación de los jóvenes, en donde Sanders tiene ventaja. Pero en este escenario Clinton parece ser por mucho, el menor de los males existentes y cualquier freno a Trump es bienvenido dadas sus posibilidades reales en estos momentos de alcanzar la máxima magistratura.

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